Anton Franz Englert nació en Dillingen, Baviera, el 17 de noviembre de 1888, uno de los 12 hijos de Sebastián Englert y Berta Prechter. Su padre, un prestigioso académico que llegó a ser rector de la Universidad Católica de Eichstatt, y que se ordenó sacerdote a los 70 años tras fallecer su esposa.
El joven Anton ingresa al Seminario Menor en 1900 y a la Orden Capuchina en 1907 donde, en honor a su padre, le dieron el nombre de Sebastián. Estudió filosofía y teología además de latín, griego, hebreo, inglés, francés e italiano. Hasta que en 1912 es ordenado sacerdote.
Se convirtió en capellán del ejército alemán en Francia y Bélgica durante la Primera Guerra Mundial (1914-1918). En 1922 se trasladó al sur de Chile para trabajar como misionero entre la etnia mapuche, aprendiendo allí el mapudungún, su lengua, de la que llegó a dictar cursos en la Universidad de Chile.
En 1927 asumió como párroco de Villarrica, donde permaneció hasta 1930, cuando fue trasladado a la recién creada parroquia de Pucón. Durante su permanencia en dicha zona comenzó a desarrollar su vocación de etnógrafo y lingüista.
En 1934 manifestó un incipiente interés en Isla de Pascua. Como parte de una investigación etimológica, publicó un ensayo de comparación lingüistica de la lengua mapuche con el aymará y el quechua, al cual incorporó algo del desaparecido atacameño y del rapanui ("por pura curiosidad, si se quiere", escribió en su trabajo).
Pero su curiosidad fue mayor y dedicó otro breve ensayo etimológico exclusivamente al mapudungún y el rapanui, dando cuenta de la falta de mayores trabajos sobre la lengua originaria de Isla de Pascua.
Dicho interés y la seriedad de sus trabajos le hicieron merecedor de una invitación para integrar una comisión de estudios de la Universidad de Chile que viajaría a Rapa Nui a principios de 1935.
Esta visita no se efectuó, sin embargo, se designaron a dos personas para viajar en noviembre de ese mismo año. Es así como el misionero capuchino arribó a la Isla de Pascua para estudiar el idioma, hasta la llegada del siguiente barco, junto con Humberto Fuenzalida, quien se dedicó a diagnósticos geológicos.
Englert: misionero, sacerdote e investigador
Aunque la isla dependía canónicamente del Arzobispado de Santiago, desde 1911 era el vicario castrense, monseñor Rafael Edwards, quien enviaba capellanes en los buques que zarpaban a Isla de Pascua para ocuparse de la atención espiritual de la comunidad pascuense.
Englert, instruido por Monseñor Edwards, ejerció una doble labor de sacerdote e investigador, siempre con la certeza de que volvería a trabajar con el pueblo mapuche. No obstante, estableció un vínculo personal con Rapa Nui.
En el mismo barco que lo traería de vuelta al continente, en febrero de 1936, Sebastián Englert recibió una carta de Monseñor Edwards, donde éste le pidió que considerará la posibilidad de quedarse dos meses hasta la llegada del próximo barco. El padre aceptó.
Sin embargo, esta nave no llegó hasta enero de 1937 y esta vez, con más noticias para el futuro espiritual de Rapa Nui y de Sebastián Englert: Monseñor Edwards había conseguido ante el Vaticano traspasar a Isla de Pascua al Vicariato Apostólico de la Araucanía. El Padre Sebastián asumió inmediatamente, pleno de gozo misionero, como párroco en la isla.
Sebastián Englert permaneció en la isla hasta su muerte, volviendo solo en cortas misiones al sur de Chile (no obstante, la jurisdicción eclesiástica de la Araucanía sobre la Isla finalizaría recién en abril de 2002, cuando se hiciera cargo en este ámbito el Arzobispado de Valparaíso).
Protección del patrimonio Rapa Nui
El Padre Sebastián se destacó por sus acciones de estudio y protección del patrimonio de la Isla. A modo de ejemplo, llevó a cabo el primer inventario arqueológico de Rapa Nui y la primera restauración de la aldea ceremonial de Orongo.
Entre sus principales escritos están:
- Diccionario Rapanui-Español (1938)
- Tradiciones de la Isla de Pascua (1939)
- La Tierra de Hotu Matu'a, su obra principal (1948)
- Las Leyendas de Isla de Pascua (editado de manera póstuma en 1980).
En su afán por divulgar la realidad de la Isla de Pascua, en 1967, a los 79 años, viajó a Estados Unidos con el fin de dar una serie de charlas y conferencias. Fue incorporado como miembro honorario del comité Isla de Pascua del International Fund for Monuments de Nueva York (hoy World Monuments Fund), una organización dedicada a reunir fondos para la protección del patrimonio en todo el mundo.
Con el mismo propósito volvió a Norteamérica en 1968, pero no resistió el esfuerzo y murió en Nueva Orleans el 8 de enero de 1969.
Hoy sus restos descansan en Hanga Roa, a un costado de la parroquia Santa Cruz, junto al hermano Eugenio Eyraud, quien fue el primer misionero católico en la Isla, y al catequista rapanui Nicolás Pakarati, quien se hizo cargo de la vida espiritual de la isla a comienzos del siglo XX.
Bibliografía:
- Englert, Sebastián; Leyendas de la Isla de Pascua; reedición 2001; Museum Store, Isla de Pascua, Chile.
- Englert, Sebastián; Primer siglo cristiano de la Isla de Pascua (1864-1964); 1964; Orden Capuchina, San José de la Mariquina, Chile.
- Archivos del Museo P. Sebastián Englert de Isla de Pascua.
- Sitio web de la Orden Capuchina en Chile (http://www.capuchinos.cl).